Manejo médico del espasmo hemifacial

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El espasmo hemifacial (EHF) es una afección neurológica que provoca contracciones musculares involuntarias en un lado de la cara. Estas contracciones se manifiestan como contracciones, parpadeos o espasmos de los músculos alrededor del ojo, la boca y las mejillas. Por lo general, los espasmos comienzan alrededor del ojo y luego se extienden a otros músculos faciales con el tiempo. Los síntomas pueden variar de leves a graves y pueden interferir con la visión, el habla y las actividades diarias.

Aquí revisaremos los tratamientos médicos comúnmente recetados si tiene espasmo hemifacial, así como enfoques complementarios y naturales que pueden reducir y aliviar los síntomas. El objetivo del tratamiento médico es reducir la frecuencia y la gravedad de los espasmos faciales y mejorar su calidad de vida.

Aunque los medicamentos pueden brindar cierto alivio, es poco probable que causen un alivio completo de los espasmos hemifaciales. La cirugía sigue siendo la única opción para el alivio completo de los espasmos.

Muchas personas descubren que la onabotulinumtoxinA (Botox, Allergan Aesthetics, Irvine, CA) es una forma eficaz de proporcionar un alivio rápido de los síntomas del espasmo hemifacial. Sin embargo, el efecto es temporal. Se inyectan pequeñas cantidades de Botox en los músculos afectados, bloqueando las señales nerviosas que desencadenan las contracciones musculares y reduciendo los espasmos. Es posible que experimente debilidad facial temporal o caída del párpado después de las inyecciones de Botox, pero estos efectos secundarios se resolverán en 1 a 3 días. Los efectos del Botox suelen durar varios meses antes de que sea necesario repetir las inyecciones.

La cirugía sigue siendo la mejor opción para el alivio completo de los espasmos. El uso prolongado de Botox puede provocar debilidad facial permanente incluso después del alivio quirúrgico de los espasmos.

Su médico también puede recetarle uno de los siguientes medicamentos orales para ayudar a controlar sus espasmos hemifaciales:

• Carbamazepina: La carbamazepina es un anticonvulsivo que reduce los espasmos musculares al bloquear el flujo de ciertos tipos de impulsos eléctricos en el cerebro. Los efectos secundarios comunes incluyen somnolencia, mareos, náuseas, dolores de cabeza, visión borrosa, sequedad de boca o dolor de estómago.
• Clonazepam: El clonazepam es un sedante que tiene un efecto calmante y se usa para tratar la ansiedad y el trastorno de pánico y aliviar los espasmos musculares. Al tomar clonazepam, puede experimentar somnolencia, mareos, fatiga, aturdimiento, visión borrosa, sequedad de boca o náuseas. Debido a que tomar clonazepam durante períodos prolongados puede provocar adicción y síntomas de abstinencia como convulsiones, insomnio e irritabilidad, es importante usarlo únicamente según lo prescrito por su médico.
• Baclofeno: El baclofeno es un relajante muscular que actúa inhibiendo la liberación de neurotransmisores implicados en la contracción de los espasmos musculares. Los efectos secundarios comunes incluyen somnolencia, mareos, fatiga, debilidad, náuseas, estreñimiento, sequedad de boca y dolor de cabeza.
• Gabapentina: la gabapentina puede reducir los síntomas del espasmo hemifacial al limitar la actividad de ciertas células nerviosas en el cerebro que regulan el tono muscular y al reducir la inflamación del nervio facial. Al tomar gabapentina, puede experimentar somnolencia, mareos, fatiga, náuseas, diarrea, estreñimiento, sequedad de boca y visión borrosa. Otros efectos secundarios incluyen problemas de humor o de conducta, como depresión, ansiedad o pensamientos suicidas.

Tenga en cuenta que estos medicamentos pueden no ser apropiados para todos y debe hablar con su neurólogo para determinar la dosis, la duración y la combinación de medicamentos para obtener el tratamiento más seguro y eficaz. Informe a su médico sobre cualquier otra afección médica o medicamento que esté tomando actualmente e informe de cualquier efecto secundario de inmediato.

Es importante tener en cuenta que estos medicamentos ayudan a controlar los síntomas pero no abordan la causa fundamental de los espasmos hemifaciales. Aunque los espasmos hemifaciales pueden resolverse o entrar en remisión después de meses o años, la mayoría persisten y pueden aumentar en frecuencia y en la cantidad de músculos afectados con el tiempo. Si los espasmos hemifaciales continúan o empeoran a pesar del tratamiento médico, se pueden explorar otras opciones de tratamiento, como la cirugía.

El uso de tratamientos naturales o caseros puede ayudar a disminuir los espasmos, abordar la tensión muscular y reducir el estrés y la ansiedad en general. Éstos son algunos que quizás desee considerar como parte de su plan de gestión general.

• Duerma lo suficiente: evitar la fatiga puede ser útil para controlar el espasmo hemifacial. La fatiga es uno de los desencadenantes comunes del espasmo hemifacial, y descansar y dormir lo suficiente puede reducir el riesgo de espasmos.
• Acupuntura: este tratamiento médico tradicional chino puede ayudar a aliviar los síntomas del espasmo hemifacial. Consulte con un acupunturista calificado o un médico antes de probar la acupuntura.
• Técnicas de relajación: la práctica de técnicas de relajación como la relajación muscular progresiva, el yoga y la meditación puede ayudar a reducir el estrés y la tensión en la cara y en todo el cuerpo, lo que puede aliviar los síntomas del espasmo hemifacial.
• Masaje suave: Se puede utilizar un masaje suave para aliviar la tensión después de un largo día de contracciones musculares. Masajee el área afectada de la cara, especialmente los lugares donde los músculos se contraen con frecuencia.
• Ejercicios faciales y de cuello: Estirar los músculos de la cara, la mandíbula y el cuello puede ayudar a reducir la tensión y aliviar algunas molestias.
• Fisioterapia: la fisioterapia, también llamada terapia física, puede usarse como tratamiento complementario para ayudar a controlar los problemas asociados con el espasmo hemifacial. Un terapeuta puede enseñarle ejercicios para hacer en casa para reducir la tensión muscular.
• Vitaminas y suplementos: No existen vitaminas para el espasmo hemifacial que eliminen su afección por completo. Tampoco está claro si los suplementos vitamínicos aliviarán los síntomas del espasmo hemifacial. Ciertas deficiencias de vitaminas y minerales (vitamina D, magnesio, calcio) se asocian con dolores y espasmos musculares y pueden exacerbar los síntomas de los espasmos hemifaciales. En general, comer proporciones saludables de frutas, lácteos, verduras, cereales y proteínas magras es beneficioso para el bienestar general. Se pueden considerar vitaminas y suplementos, especialmente si tiene restricciones dietéticas.

Dependiendo de la gravedad de los síntomas del espasmo hemifacial, puede optar por controlar su afección utilizando únicamente enfoques no médicos. Otros pacientes con espasmos más severos pueden optar por probar medicamentos. Desafortunadamente, muchos pacientes no experimentan un beneficio duradero con los medicamentos y es posible que se opte por la cirugía.

Una afección similar pero distinta llamada mioquimia facial también implica contracciones de los músculos faciales. A diferencia de las contracciones del espasmo hemifacial, la mioquimia facial implica contracciones musculares sutiles que pueden parecer ondulaciones de la piel. Puede afectar a uno o ambos lados de la cara. La mioquimia facial a menudo se resuelve por sí sola en semanas o meses, pero los casos persistentes pueden tratarse utilizando los mismos enfoques médicos que para el espasmo hemifacial.

• Las inyecciones de Botox pueden proporcionar un alivio rápido del espasmo hemifacial durante varios meses seguidos.
• Su médico también puede recetarle un medicamento oral, como carbamazepina, clonazepam, baclofeno y gabapentina, para ayudar a controlar los espasmos hemifaciales.
• El objetivo del tratamiento es reducir los espasmos y mejorar su calidad de vida.
• Otros enfoques naturales y caseros para controlar el espasmo hemifacial incluyen dormir lo suficiente, acupuntura, técnicas de relajación, masajes, ejercicios faciales y de cuello, fisioterapia y suplementos vitamínicos.
• Trabaje en estrecha colaboración con sus médicos para encontrar los mejores tratamientos para controlar sus síntomas específicos.
• Informe a su neurólogo de todos los medicamentos que está tomando e informe de los efectos secundarios de inmediato.

• Asociación Americana de medicina electrodiagnóstica y neuromuscular
• Instituto Nacional de enfermedades neurológicas e ictus