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Aneurisma cerebral: lo que el paciente necesita saber

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Información general de aneurismas

Descripción general

Un aneurisma cerebral es una pequeña hinchazón parecida a un globo en la pared de uno o más vasos sanguíneos que irrigan el cerebro. Es el resultado del debilitamiento de la pared del vaso sanguíneo. Este bulto está lleno de sangre y puede causar síntomas neurológicos al romperse o al presionar los nervios y el tejido cerebral cercanos. Los aneurismas cerebrales también pueden denominarse aneurismas cerebrales o intracraneales.

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                                            Figura 1. Corte transversal que muestra un aneurisma de la arteria pericallosa.

Figura 1. Corte transversal que muestra un aneurisma de la arteria pericallosa.

Tipos de aneurismas cerebrales

Los aneurismas cerebrales varían en ubicación y tipo. La mayoría de ellos ocurren en un punto de ramificación arterial y están ubicados debajo del cerebro y en la base del cráneo.


                                        
                                            Figura 2. Aneurisma sacular (izquierda), gigante (centro) y fusiforme (derecha).

Figura 2. Aneurisma sacular (izquierda), gigante (centro) y fusiforme (derecha).

Hay 4 tipos principales de aneurismas:

  • Los aneurismas saculares, el tipo más común, sobresalen de un lado de una arteria.
  • Los aneurismas gigantes miden más de 2,5 cm de ancho y pueden afectar a múltiples arterias.
  • Los aneurismas fusiformes sobresalen de todos los lados de una arteria.
  • Los aneurismas micóticos son relativamente raros y son causados por una pared arterial infectada.

¿Cuáles son los síntomas?

Los aneurismas pueden causar síntomas al presionar los nervios y el tejido cerebral cercanos. Se han informado dolores encima y detrás del ojo, entumecimiento, debilidad y/o cambios en la visión. Sin embargo, la mayoría de los pacientes no experimentan síntomas hasta que el aneurisma se rompe. Esta ruptura provoca sangrado en el espacio subaracnoideo que rodea al cerebro (hemorragia subaracnoidea). Los pacientes experimentan un inicio agudo de dolor de cabeza intenso, a menudo descrito como "el peor dolor de cabeza de mi vida". Una persona sospechosa de tener una hemorragia cerebral debe buscar atención médica inmediata.

Otros síntomas de un aneurisma roto pueden incluir:

  • Pérdida de consciencia breve
  • Náuseas y vómitos
  • Problemas de la vista
  • Problemas del habla
  • Confusión o lentitud
  • Parálisis o debilidad en un lado del cuerpo.
  • Convulsiones
  • Torpeza
  • Cambios repentinos en el funcionamiento cognitivo o el estado de ánimo.
  • Coma

La sangre liberada por la rotura de un aneurisma puede dañar directamente las células cerebrales, lo que provoca una variedad de déficits neurológicos según la ubicación de la sangre en el cerebro. El sangrado también puede aumentar la presión dentro de la cabeza. La sangre puede impedir el flujo y la absorción del líquido cefalorraquídeo normal alrededor y dentro de las cavidades (ventrículos) del cerebro, lo que provoca ventrículos agrandados y una afección conocida como hidrocefalia. La hidrocefalia se asocia con síntomas como somnolencia y confusión.

Cuando la sangre de un aneurisma roto llega a las arterias circundantes que irrigan el cerebro, puede causar una afección conocida como vasoespasmo. La arteria afectada se contrae en respuesta a la sangre filtrada, lo que reduce el transporte de oxígeno a los tejidos cerebrales y puede provocar accidentes cerebrovasculares y daños cerebrales. El vasoespasmo suele ser una respuesta tardía al sangrado del aneurisma y generalmente ocurre después de 3 días y hasta 2 semanas después del sangrado inicial.

¿Cuáles son las causas?

Actualmente se sabe poco sobre la causa exacta de los aneurismas. La presión arterial alta, el tabaquismo, ciertos trastornos genéticos (como la poliquistosis renal autosómica dominante, la displasia fibromuscular, el síndrome de Marfan y el síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV) y las malformaciones arteriovenosas cerebrales se asocian con el desarrollo de aneurismas.

¿Cómo es de común?

Cualquiera puede desarrollar un aneurisma cerebral. Aproximadamente entre el 1% y el 5% de la población adulta puede tener un aneurisma cerebral. La mayoría de los aneurismas son pequeños y no se rompen durante la vida del paciente. Sin embargo, se observa una rotura de aneurisma en aproximadamente 10 de cada 100.000 personas anualmente en los Estados Unidos. Los factores de riesgo para la formación y rotura de aneurismas incluyen presión arterial alta y tabaquismo. Los aneurismas grandes son más propensos a romperse que los más pequeños.

¿Cómo se diagnostica?

Su médico puede solicitar varios tipos diferentes de pruebas si se sospecha que tiene un aneurisma cerebral o una rotura de aneurisma. Las pruebas comunes incluyen:

  • Tomografía computarizada (TC)
  • Arteriografía/angiografía
  • Punción lumbar

Se puede solicitar una tomografía computarizada para buscar la posibilidad de que se haya filtrado sangre alrededor o dentro del cerebro. Es una serie de imágenes de rayos X compiladas por un ordenador. Cuando se inyecta un medio de contraste en una vena, una tomografía computarizada también puede mostrar la vasculatura.

La arteriografía se realiza con frecuencia para obtener imágenes de las arterias del cerebro y buscar un aneurisma. Se guía un catéter a través de la ingle o el antebrazo y a través de las arterias hasta el cuello, donde se libera un contraste en la vasculatura del cerebro. Luego se toma una imagen de rayos X para delinear los vasos sanguíneos y buscar un aneurisma.

Se realiza una punción lumbar para buscar sangre en el líquido cefalorraquídeo del paciente si la tomografía computarizada no revela nada. Se realiza con una aguja que se inserta en la parte inferior de la columna después de la aplicación de un anestésico local.


                                        
                                            Figura 3. Arteriografía de un paciente con aneurisma (flecha curva).

Figura 3. Arteriografía de un paciente con aneurisma (flecha curva).

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Las opciones de tratamiento varían según la edad y la condición del paciente y el tamaño, tipo y ubicación del aneurisma. Los aneurismas que se rompen y causan sangrado (sin importar el tamaño) y los aneurismas que miden más de 7 mm (incluso si no se han roto) requieren tratamiento. Los aneurismas más pequeños, especialmente si se encuentran de manera incidental y no causan síntomas, se pueden monitorizar con el tiempo.

Si un aneurisma no se ha roto, el riesgo de hemorragia se estima en 0,05% por año para aneurismas menores de 7 mm y aproximadamente 1% por año para aneurismas mayores de 7 mm. Los aneurismas se pueden tratar con cirugía o un procedimiento endovascular que no requiere apertura del cráneo.

Observación

Los aneurismas pequeños que no están rotos (menos de 7 mm de diámetro) son menos propensos a romperse y es posible que no se traten. En cambio, el aneurisma se controlará cuidadosamente con imágenes anuales para garantizar que no crezca y que el riesgo de ruptura no aumente.

Cirugía

El tratamiento quirúrgico abierto mediante una craneotomía consiste en clipar el aneurisma. Su cirujano extraerá temporalmente un pequeño trozo de cráneo y cortará la cubierta exterior del cerebro, encontrará el aneurisma y luego colocará un pequeño clip de titanio en el cuello del aneurisma para cortar su flujo sanguíneo, lo que evita cualquier sangrado futuro del aneurisma.


                                        
                                            Figura 4. Abordaje quirúrgico e incisión de craneotomía (delineada en azul) (izquierda) y clipaje quirúrgico de un aneurisma gigante (derecha).

Figura 4. Abordaje quirúrgico e incisión de craneotomía (delineada en azul) (izquierda) y clipaje quirúrgico de un aneurisma gigante (derecha).

Como alternativa, el cirujano puede realizar un procedimiento similar conocido como oclusión; se clipa toda la arteria de donde proviene el aneurisma. Este procedimiento suele ser necesario cuando el aneurisma ha dañado el vaso sanguíneo o no es susceptible de otras terapias.

Debido a que la oclusión de una arteria corta todo el flujo sanguíneo a través de ese vaso, se podría realizar una derivación para restaurar el flujo sanguíneo a la parte del cerebro alimentada por esa arteria. El bypass implica injertar un pequeño vaso sanguíneo en la arteria para desviar el flujo de sangre alrededor de la sección clipada y más allá del aneurisma.


                                        
                                            Figura 5. Bypass arterial que conecta con la arteria carótida común.

Figura 5. Bypass arterial que conecta con la arteria carótida común.

Si el paciente tiene un aneurisma roto, podrían ser necesarios tratamientos adicionales. Se puede colocar una derivación o drenaje en los ventrículos a través del cráneo para aliviar la presión de la acumulación de líquido debido al sangrado. Se pueden administrar medicamentos apropiados para prevenir el vasoespasmo o la posibilidad de convulsiones. La presión arterial del paciente será monitoreada y controlada mediante medicamentos para evitar un mayor sangrado.

La estancia hospitalaria promedio es de 2 a 3 días para el tratamiento de un aneurisma no roto y de al menos 9 a 18 días para el tratamiento de un aneurisma roto. Los pacientes son monitorizados para detectar cualquier signo de cambio neurológico. Es posible que se administren medicamentos anticonvulsivos después de la cirugía. Los pacientes deben evitar la actividad física intensa durante al menos 6 semanas y consultar con su cirujano cuándo pueden volver a realizar actividades como conducir.

Los pacientes que han experimentado una hemorragia cerebral a menudo reciben terapia cognitiva, ocupacional y física para hacer frente a cualquier déficit neurológico y físico restante. La rehabilitación puede ser intensa y requerir de 6 meses a 1 año de terapia. El período de rehabilitación es largo y el paciente y sus familiares deben ser pacientes y comprensivos. Los servicios de apoyo familiar son de importancia crítica.

En este video, el Dr. Cohen describe las técnicas quirúrgicas para tratar un aneurisma de la arteria coroidea anterior.

Para obtener más información sobre los aspectos técnicos de la cirugía y la amplia experiencia del Dr. Cohen, consulte el capítulo sobre Aneurisma de la arteria coroidea anterior en el Neurosurgical Atlas.

En este video, el Dr. Cohen describe las técnicas de clipaje para tratar aneurismas recurrentes y remanentes después de la colocación de coils.

Para obtener más información sobre los aspectos técnicos de la cirugía y la amplia experiencia del Dr. Cohen, consulte el capítulo sobre Clipaje de aneurisma previamente tratado con coils en el Neurosurgical Atlas.

Procedimiento endovascular

Los procedimientos endovasculares evitan la necesidad de abrir directamente el cráneo y, en cambio, se realizan mediante un catéter guiado a través de las arterias desde la ingle o el antebrazo hasta el cerebro. Un neurorradiólogo o neurocirujano intervencionista utilizará rayos X para guiar el catéter hacia la arteria afectada y liberar coils de platino o materiales similares en el aneurisma. Los coils bloquean el aneurisma. Con el tiempo, se forma un coágulo de sangre para sellar eficazmente el aneurisma.

¿Cuál es la perspectiva de recuperación?

La cirugía o el procedimiento endovascular pueden obliterar completamente el aneurisma en la mayoría de los pacientes. En casos raros, los aneurismas pueden reaparecer. Dependiendo de otras condiciones de salud y del tipo de tratamiento utilizado, se puede controlar a los pacientes cada 2 a 5 años para garantizar que el aneurisma no haya recurrido. La recuperación puede tardar de 6 a 12 semanas o más. Si existen déficits neurológicos y físicos, un equipo de rehabilitación comprensivo puede ayudar a mejorar la recuperación a largo plazo.

Recursos

Glosario

Aracnoides- delicada capa media de la capa que cubre el cerebro y la médula espinal (meninges).

Catéter- tubo delgado, hueco y flexible

Líquido cefalorraquídeo- líquido transparente que rodea el cerebro y la médula espinal.

Craneotomía- procedimiento para abrir y extraer un trozo de hueso del cráneo para exponer el cerebro.

Hemorragia- sangrado de un vaso sanguíneo

Hidrocefalia- acumulación de líquido dentro del cerebro.

Meninges- tres capas membranosas (duramadre, aracnoides y piamadre) que cubren el cerebro y la médula espinal.

Accidente cerebrovascular- afección que se produce cuando se interrumpe o reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos cerebrales.

Espacio subaracnoideo- espacio debajo de la membrana aracnoidea que generalmente consta de líquido cefalorraquídeo y vasos sanguíneos.

Vasoespasmo- contracción persistente y estrechamiento de un vaso sanguíneo.

Ventrículos- conjunto de cavidades dentro del cerebro llenas de líquido cefalorraquídeo.

Colaborador- Gina Watanabe BS

References

Brisman JL, Song JK, Newell DW. Cerebral aneurysms. N Eng J Med 2006;355:928–939. doi.org/10.1056/NEJMra052760

Britz GW, Salem L, Newell DW, et al. Impact of surgical clipping on survival in unruptured and ruptured cerebral aneurysms. Stroke 2004;35:1399–1403. doi.org/10.1161/01.STR.0000128706.41021.01

Pierot L, Wakhloo AK. Endovascular treatment of intracranial aneurysms. Stroke 2013;44:2046–2054. doi.org/10.1161/STROKEAHA.113.000733

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