Objetivo de una segunda opinión

• Razones prácticas y comunes para buscar una segunda opinión

• Preocupaciones por la reputación, la toma de decisiones y el diagnóstico

• Preocupaciones acerca de finanzas y logística

• Preocupaciones sobre la ética y el tratamiento centrado en el paciente

Los pacientes solicitan una segunda opinión médica por diversas razones. Algunos pacientes sienten que sus médicos no están abordando plenamente sus preocupaciones médicas, financieras y/o éticas. Para otros pacientes, confirmar un diagnóstico, encontrar opciones de tratamiento alternativas y evaluar la experiencia de un médico o cirujano es el propósito de una segunda opinión.

A continuación, revisaremos algunas razones comunes para buscar una segunda opinión y cómo una segunda opinión puede beneficiarlo.

La neurocirugía es diferente a otros campos de la medicina. Las condiciones que requieren intervención neuroquirúrgica pueden alterar la vida. Lo mejor para usted es asegurarse de que su cirujano y el plan estén alineados con sus objetivos de salud y que usted tenga total confianza en su cirujano y en el plan de tratamiento. A continuación, presentamos tres razones prácticas por las que una segunda opinión puede ser una decisión acertada.

• Problema de salud grave: diagnosticar enfermedades del cerebro, la columna y los nervios puede ser complejo. Es una buena idea que un segundo profesional revise su diagnóstico inicial y su plan de tratamiento, ya que un segundo neurocirujano puede ofrecer conocimientos o experiencia adicionales. Si tiene un problema de salud grave, como una afección neuroquirúrgica, es posible que desee comprender todo lo que pueda sobre su afección y las opciones de tratamiento disponibles.
• Condición rara: debido a que algunos trastornos neurológicos son raros, es posible que falte una base de conocimientos completa sobre estas afecciones. En estos casos, obtener una segunda opinión de especialistas que hayan estudiado y tratado su enfermedad concreta es vital.
• Tratamiento invasivo: si su plan de tratamiento propuesto implica un procedimiento como la neurocirugía, es posible que desee optar por una segunda opinión debido a la naturaleza invasiva y la posibilidad de cambiar la vida de esta opción de tratamiento. Recuerde que usted tiene el control de sus decisiones de atención médica y, a menos que se trate de una cirugía de emergencia, la decisión de someterse a un procedimiento quirúrgico requiere cierta deliberación.

Someterse a un procedimiento neuroquirúrgico puede provocar ansiedad. El miedo a lo desconocido es algo común. Su neurocirujano debe evaluar el historial de su afección, realizar un examen físico exhaustivo y obtener pruebas de laboratorio e imágenes pertinentes antes de concluir y recomendar el tratamiento. Algunos proveedores tienen fama de ser conservadores, mientras que otros tienen fama de ser agresivos.

Un enfoque de tratamiento conservador se basa en opciones de tratamiento menos invasivas, como medicamentos, inyecciones o fisioterapia. Por el contrario, un enfoque de tratamiento agresivo tiende a favorecer opciones de tratamiento más invasivas, como la cirugía. A menudo, estos estilos de práctica se basan en la experiencia clínica obtenida durante la residencia y casi una década de práctica neuroquirúrgica. Sin embargo, pueden ocurrir diferencias en la toma de decisiones médicas y puede ser tranquilizador obtener más de una opinión antes de decidir someterse a un procedimiento electivo serio.

La disponibilidad de tecnología punta y herramientas de diagnóstico también son importantes al considerar una segunda opinión. Los grandes hospitales académicos suelen contar con recursos y especialistas adicionales que permiten capacidades avanzadas de diagnóstico e imágenes. Para afecciones complejas y raras, estas instalaciones pueden ofrecer un equipo de atención con una gama más amplia de experiencia que puede contribuir a una mejor atención al paciente.

Aunque los grandes centros académicos son excelentes lugares para buscar una segunda opinión, no pase por alto las instalaciones e instituciones locales en su área. Los neurocirujanos locales que se han formado en los principales centros académicos aportan su experiencia. Al final del día, muchos pacientes están de acuerdo en que la reputación del cirujano por encima de la de su institución es importante cuando se trata de seleccionar un proveedor para su atención neuroquirúrgica. Se puede encontrar una gran cantidad de información en Internet, lo que es un buen punto de partida a la hora de considerar una segunda opinión.

Las segundas opiniones pueden presentar obstáculos financieros y logísticos. Las compañías de seguros pueden exigir copagos adicionales o desembolsos según su red de proveedores de atención. Es importante consultar con su compañía de seguros antes de seleccionar un neurocirujano para su segunda opinión. Los procedimientos neuroquirúrgicos de rutina se pueden realizar de manera efectiva en hospitales comunitarios más pequeños. Para algunos pacientes, puede que no valga la pena la espera, el estrés y la carga financiera de buscar segundas opiniones en instituciones más grandes para procedimientos de rutina.

Los grandes centros académicos suelen estar ubicados en las principales ciudades. Los viajes y el alojamiento pueden tener un costo prohibitivo, especialmente cuando se consideran visitas repetidas para rehabilitación y citas de seguimiento. El tiempo requerido para viajar también es una consideración importante dado que puede extender el tiempo fuera del trabajo o la escuela.

A pesar de estas preocupaciones, muchos pacientes optan por buscar atención en grandes centros académicos. Sin embargo, esta es una decisión personal para usted y sus seres queridos que depende de multitud de factores individuales. Las preocupaciones financieras y logísticas son consideraciones importantes al elegir su equipo de atención. Las consultas online para segundas opiniones son cada vez más habituales. Asegúrese de preguntar acerca de las citas virtuales para atender algunas de estas inquietudes financieras y logísticas.

Los pacientes de hoy son más diversos que nunca. Es importante encontrar un cirujano que comparta sus valores fundamentales y emplee un enfoque centrado en el paciente. Por ejemplo, algunos pacientes tienen reservas religiosas o personales acerca de recibir sangre o ciertos tipos de productos animales en forma de implantes o dispositivos médicos. Estas restricciones pueden aumentar la complejidad de ciertos planes de tratamiento.

En estos casos, es posible que también desee identificar la experiencia de su cirujano para superar estos desafíos. Algunos cirujanos pueden tener más experiencia en el cuidado de una población particular de pacientes que requieren adaptaciones y pueden ser más adecuados para atenderlo. Encontrar un cirujano que esté dispuesto a escuchar sus inquietudes éticas y ofrecer un enfoque de tratamiento centrado en el paciente es clave para garantizar el mejor resultado clínico y la satisfacción del paciente.

• Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos