Tipos de tumores hipofisarios

• ¿Son comunes los tumores hipofisarios?
• Terminología de la clasificación de los tumores hipofisarios
• ¿Cómo afectan el tamaño y el comportamiento de los tumores hipofisarios a los síntomas?
• Radiología de los tumores pituitarios

El diagnóstico de cualquier tumor puede resultar estresante. Afortunadamente, la mayoría de los tumores hipofisarios crecen lentamente y no son cancerosos (rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo), rara vez son fatales y pueden no causar síntomas durante muchos años. La glándula pituitaria controla el equilibrio de muchas hormonas en el cuerpo, por lo que los tumores hipofisarios que causan problemas pueden presentarse de diferentes maneras.

Los tumores pituitarios son el cuarto tumor más común que puede ocurrir en el sistema nervioso central, y alrededor de 10,000 ocurren anualmente en los Estados Unidos. La mayoría de ellos no son cancerosos y son clínicamente silenciosos (no causan síntomas). Se cree que hasta 1 de cada 5 personas tiene un tumor de hipófisis. Generalmente, los tumores hipofisarios son más comunes en adultos de 30 a 40 años, pero rara vez ocurren en niños. Son más comunes en mujeres que en hombres y ocurren con más frecuencia en afroamericanos en comparación con otras razas.

La tasa de supervivencia es excelente y depende de muchos factores, pero el Instituto Nacional del Cáncer estima que el 97% de las personas con tumores hipofisarios viven al menos 5 años después del diagnóstico.

Hay algunas formas diferentes en que los médicos pueden hablar sobre los tumores hipofisarios según el tamaño del tumor, si produce hormonas y cómo de rápido crece. Un microadenoma es un tumor hipofisario de menos de un centímetro. Por el contrario, un macroadenoma es un tumor hipofisario de más de un centímetro.

Un tumor hipofisario se considera funcionante si secreta hormonas y no funcionante si no las secreta. La mayoría de los tumores son de crecimiento lento y no cancerosos. Es raro que los tumores hipofisarios crezcan rápidamente.

Los microadenomas son normalmente tumores funcionales. Debido a que alteran el delicado equilibrio hormonal del cuerpo, pueden provocar síntomas que pueden detectarse antes que los tumores no funcionales. Estos síntomas pueden variar desde cambios en los ciclos menstruales, infertilidad e intolerancia al calor y al frío. La glándula pituitaria secreta muchas hormonas. Los tumores de la glándula pituitaria a menudo reciben el nombre de la hormona que se libera en exceso:

• Prolactinoma (secreta prolactina)
• Adenoma hipofisario secretor de hormona del crecimiento (secreta hormona del crecimiento que causa acromegalia)
• Adenoma hipofisario secretor de ACTH (secreta ACTH que causa la enfermedad de Cushing)
• Tirotropinoma (secreta TSH)

Los macroadenomas suelen ser no funcionales (no secretan hormonas). Debido a que a menudo carecen de síntomas de desregulación hormonal, permanecen en silencio durante algún tiempo y se diagnostican más tarde, cuando el tumor crece lo suficiente como para presionar otras estructuras del cerebro. Cuando un tumor crece y presiona las estructuras cercanas, se denomina "efecto de masa". Los síntomas comunes debido al efecto de masa de los tumores hipofisarios no funcionales incluyen problemas de visión como pérdida de visión, visión borrosa, percepción apagada de los colores e incluso dolores de cabeza por la compresión de los nervios ópticos encima de la glándula pituitaria.

Los macroadenomas también pueden volverse lo suficientemente grandes como para comprimir las partes normales de la glándula pituitaria hasta el punto de que las hormonas dejan de secretarse. Esto se conoce como insuficiencia pituitaria o hipopituitarismo. Esto es lo opuesto a los adenomas funcionales que secretan demasiadas hormonas. En esta situación, los síntomas específicos también dependen de qué hormona u hormonas son insuficientes.

Los pacientes a menudo se preguntan si los tumores pituitarios pueden causar problemas de oído. Es posible que ciertos tipos de tumores hipofisarios estén asociados con la pérdida de audición, como el tumor secretor de la hormona del crecimiento en adultos que causa acromegalia y en niños que causa gigantismo.

Además del historial médico, el examen físico y las pruebas de laboratorio del paciente, las imágenes médicas son un método confiable para detectar tumores hipofisarios. Las dos técnicas de imagen más utilizadas se denominan resonancia magnética (RM) y tomografía computarizada (TC). Las tomografías computarizadas se utilizan en situaciones de emergencia y, a menudo, detectan estos tumores durante un encuentro no relacionado. La resonancia magnética se usa con más frecuencia si se sospecha un tumor porque puede producir una imagen más detallada del mismo.

Una resonancia magnética mostrará una masa uniforme agrandada donde se encuentra la glándula pituitaria. Esta masa puede empujar estructuras cercanas. Una tomografía computarizada mostrará la misma masa agrandada, pero puede no ser lo suficientemente sensible como para detectar tumores más pequeños.

Comprender los conceptos básicos sobre los diferentes tipos de tumores hipofisarios y sus síntomas asociados puede disminuir la ansiedad del paciente mientras trabaja con su médico para diseñar el tratamiento final.

• La mayoría de los tumores hipofisarios no son cancerosos y rara vez son fatales.
• Los tumores pituitarios son comunes y muchos nunca causan ningún síntoma.
• Los tumores pituitarios se clasifican según su tamaño y capacidad para producir hormonas.
• Los tumores hipofisarios que sí causan síntomas normalmente se asocian con una producción excesiva de una hormona específica o con un deterioro visual.
• Las exploraciones por resonancia magnética y tomografía computarizada son los métodos de imagen más confiables para detectar tumores hipofisarios.

• Sociedad Nacional de Tumores Cerebrales
• Asociación de red pituitaria 
• Asociación Americana de Tumores Cerebrales
• Fundación de Tumores Cerebrales Pediátricos
• Sociedad Endocrina
• Fundación Pituitaria
• Fundación de Investigación y Apoyo al Cushing