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Observación del glioma

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En pacientes con glioma diagnosticado, las estrategias de tratamiento varían según el tipo, tamaño, ubicación y grado del tumor. Los pacientes con tumores pequeños de bajo grado o aquellos con gliomas en áreas del cerebro de alto riesgo pueden considerar la observación.

¿Cuándo se debería considerar la observación para un glioma?

Generalmente, la cirugía suele ser el tratamiento inicial para pacientes con glioma por dos razones:

  1. Determinación del grado exacto del tumor para que se seleccionen e instituyan tratamientos de seguimiento apropiados con radiación y/o quimioterapia.
  2. Extirpación de tumores máxima y segura para mejorar la supervivencia

Sin embargo, se puede optar por la observación sin ningún tratamiento en casos muy raros y selectos cuando el tumor es relativamente benigno en la resonancia magnética, es pequeño y está ubicado en áreas de alto riesgo donde la cirugía puede causar pérdida de función y amenazar la calidad de vida relacionada con la salud del paciente. Es fundamental que los pacientes sometidos a terapia de observación vean a su neurocirujano en visitas de seguimiento periódicas y tengan exploraciones por resonancia magnética cada 6 o 12 meses para asegurarse de que cualquier cambio en el tumor se detecte de manera oportuna.

Los pacientes pueden optar por cambiar a una intervención quirúrgica y deben reevaluar las opciones de tratamiento con su equipo de atención si se observa alguno de los siguientes:

  • El tumor aumenta significativamente de tamaño en la resonancia magnética
  • Desarrollo de síntomas o empeoramiento de síntomas preexistentes que impactan negativamente en la calidad de vida del paciente.
  • El tumor parece volverse más agresivo a medida que comienza a crecer más rápidamente y demuestra nuevos cambios en la resonancia magnética (captación de contraste en las imágenes que no estaba presente anteriormente)

¿Qué tipos de glioma son más apropiados para la observación?

El astrocitoma pilocítico de grado I de la OMS es un glioma benigno. Por lo general, ocurre en niños en el cerebelo o el tronco del encéfalo y ocasionalmente en los hemisferios cerebrales.

Se recomienda la observación para tumores pequeños sin síntomas y tumores ubicados en áreas altamente funcionales/inoperables, como el tronco del encéfalo. Estos tumores de bajo grado pueden crecer lentamente o dejar de crecer por completo durante algún tiempo.

El glioma de bajo grado de grado II de la OMS incluye astrocitoma, oligodendroglioma y oligoastrocitoma mixto. Es muy probable que se produzca una recurrencia debido a la naturaleza infiltrativa de estos tumores. Los tumores de grado II pueden recurrir y transformarse en tumores más agresivos, como los de grado III o IV de la OMS.

Se recomienda la observación para tumores pequeños ubicados en áreas de alto riesgo que pueden provocar pérdida de función después de una intervención quirúrgica. Si bien es posible que algunos tumores de grado II no progresen, otros pueden agrandarse y transformarse en tumores de alto grado que requieren un tratamiento más agresivo, como la cirugía. A menudo se necesita una biopsia con aguja para confirmar el grado del tumor y guiar las opciones de radiación y quimioterapia.

El glioma maligno de grado III de la OMS, incluye oligodendroglioma anaplásico, astrocitoma anaplásico y oligoastrocitoma anaplásico mixto. En comparación con los tumores de grado II, los tumores de grado III crecen más rápido y de forma más agresiva. La resección quirúrgica es un desafío y la extirpación completa no es posible ya que estos tumores comúnmente invaden el tejido cerebral sano normal cercano.

Es poco probable que la observación prolongue la duración de la vida; sin embargo, la observación puede ser apropiada en los casos en que los pacientes no sean aptos para someterse a una cirugía u otras opciones de tratamiento. Además, la observación puede ser una opción para maximizar la calidad de vida en los casos en que la afección se considera lamentablemente terminal.

El glioblastoma (GB) de grado IV de la OMS es un glioma maligno. El GB generalmente se propaga rápidamente e invade otras partes del cerebro con proyecciones en forma de tentáculos, lo que dificulta la extirpación quirúrgica completa.

Aunque es poco probable que la observación prolongue la vida, hay casos en los que puede ser apropiada. La observación puede ser una opción para maximizar la calidad de vida entre los pacientes cuyos casos se consideran terminales y no son aptos para someterse a cirugía u otros tratamientos.

Una estrategia no quirúrgica es una opción razonable para los tumores que no se pueden extirpar de manera segura en cantidades significativas mediante cirugía para brindar un beneficio de supervivencia al paciente. En estos casos, es razonable una biopsia y radiación/quimio.


                                        
                                            Figura 1: Ilustración de un glioma frontal izquierdo. Este tipo de tumor se origina dentro del cerebro.

Figura 1: Ilustración de un glioma frontal izquierdo. Este tipo de tumor se origina dentro del cerebro.

¿Cuáles son los riesgos y beneficios de observar un tumor cerebral?

Beneficios

Es posible que los tumores de crecimiento lento y con poca probabilidad de diseminación no causen síntomas durante muchos años. La observación puede ser la mejor opción para estos pacientes con gliomas de bajo grado, en lugar de opciones de tratamiento alternativas y más agresivas que pueden causar efectos secundarios. Además, la observación permite a los pacientes maximizar la calidad de vida hasta que se llega a un punto en el que se necesita tratamiento adicional.

Riesgos

La observación de un tumor cerebral puede causar un impacto emocional adicional en el paciente y sus familiares. Vivir con un tumor cerebral y sin seguir un tratamiento activo hasta que crezca o se vuelva más agresivo puede ser perturbador y aterrador. Las citas de seguimiento pueden causar ansiedad asociada con la realidad de que la afección ha progresado. Por último, retrasar los métodos de tratamiento más agresivos puede permitir que un tumor crezca, progrese a un grado mayor y reduzca la eficacia de futuros intentos de tratamiento en el futuro.

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